Debo iniciar confesando que al principio, cuando se anunció que Robert Pattinson sería el nuevo Batman, fui de los que frunció el ceño e hizo mueca de duda, pues aunque ya había visto un par de películas donde él tenía buenas actuaciones, lo seguía relacionando más con el vampiro de Crepúsculo y eso hacía un efecto de neblina en mi visión del actor convertido en el héroe de Ciudad Gótica.
Luego comenzaron a salir algunas notas sobre cómo iba avanzando la película durante su realización y en ningún momento tuve esa sensación de adrenalina por "Ufff!!!... ya quiero verla", sino más bien era de "a ver como les va con esa vaina".
Llegó el día del estreno y casi me pasa desapercibido, de no haber sido por un par de publicaciones que vi al respecto, quizá me hubiese ido a dormir sin acordarme que había salido en cartelera. Un par de días después, hice un espacio en mis actividades, compré el boleto al cine, un combo básico de palomitas (mitad mantequilla y mitad caramelo) y una Coca Cola, recliné la butaca al máximo, estiré los pies y me eché, sin ninguna otra expectativa más que pasar un rato alejado de la realidad.
La película está muy bien hecha, cuidada a detalles, un tanto oscura y misteriosa, lenta pero nunca aburrida, sino a un ritmo más tranquilo del que estábamos acostumbrados, aunque siempre interesante en la forma como cuenta la historia.
El personaje de Bruce Wayne es presentado en su etapa de joven y casi inesperto, medio detectivesco, y un poco aturdido por la forma en la que va descubriendo datos que opacan el apellido de la familia.
Batman se veía como el "Batman" que hemos construido en nuestras mentes todos quienes lo hemos visto en los últimos años a través de sus películas, un poco más artesanal, menos industrializado, más casero pues. Así mismo sus complementos o accesorios como la moto, el carro, la cueva, sus gadgets, todo como más "hecho es casa".
Respecto a Robert Pattinson, bueno, pues a mi me calló la boca, y sabiendo que las comparaciones son odiosas e injustas, para mi gusto personal, Christian Bale sigue siendo quien mejor a interpretado al hombre murciélago, sin embargo, debo reconocer que el trabajo actoral de Pattinson es excelente, y el ritmo y color de la película le ayudó mucho, al punto que parecía que estaba hecha exclusivamente para él como actor.
El resto del elenco maravilloso, Colin Farrel dándole incluso un toque divertido a un Pingüino menos místico que aquel que hizo magistralmente Danny DeVito por allá en 1992 en la película "Batman Regresa" en donde Michael Keaton interpretó a Batman y Michel Pfeiffer a Gatubela. En esta ocasión Farrel presenta a un Pingüino que sin duda será usado por DC para hacer muchas más cosas más allá del personaje secundario al que ya estamos acostumbrados.
Por cierto, Zoë Kravitz, hija de la leyenda de la música Lenny Kravitz, estuvo en la misma línea de todos los demás personajes (sencillos y naturales), ella haciendo el papel de Selina Kyle, y aunque nunca la presentan o mencionan como "Gatúbela", como sucedió cuando apareció Anne Hathaway (2012-Batman el Caballero de la Noche Asciende), o Michelle Pfeiffer (1992-Batman Regresa), la actriz juega un papel muy importante en toda la película y le imprime un toque especial a su participación con Batman.
Fueron 2 horas con 56 minutos bien invertidas, buen sabor de boca y la sensación de que el personaje de Batman sale intacto, no sufrió el daño que en un principio creí que el actor del vampiro le iba a dejar al hombre murciélago.
En cualquier momento regreso a la sala de cine a verla por segunda vez. Sin duda, vale la pena hacerlo.
Por. Luis Felipe Cárdenas.
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