Durante muchos años se criticó a Televisa porque producía y transmitía “contenido basura”, y que ese contenido era el que tenía jodido a México. Las nuevas generaciones, las más críticas, abrazando la cultura de la cancelación, señalaban todo aquello que tuviera –con razón o sin ella-, cualquier tinte de machismo, racismo, misoginia, discriminación, bulling, y una larga lista de etcéteras que esos grupos identificaban como los males que padecían como sociedad, esto por culpa de Televisa.
Enarbolaban las banderas de la libertad y orgánicamente, sin necesidad de mucho esfuerzo, transitaban por las calles de Instagram y TikTok (algunos muy pocos por Facebook), dejando desolados los caminos de Televisa, empresa que resentía en audiencia, anunciantes y obviamente en ingresos económicos, la ausencia de un mercado grande que le hacía el feo al canal de televisión con mayor impacto en México.
Los creadores de contenido independiente, crecieron y se ganaron un lugar en el público, sin necesidad de pertenecer a un medio de comunicación tradicional, llegaban a millones de personas quienes “podían decidir libremente qué contenido podían ver”, (lo anterior lo pongo entre comillas, porque es un tema que pudiera ser objeto de un profundo debate, pero que hoy en estas líneas, no atenderé), sin depender de los horarios naturales de la televisión tradicional.
Las redes sociales (RRSS) hizo que las nuevas generaciones dejaran de ver Televisa, porque ese tipo de público encontró en las RRSS un contenido que satisfacía su necesidad.
Entonces, cuando Televisa se dio cuenta de lo que estaba pasando, analizó el tipo de contenido que esas nuevas generaciones estaban consumiendo en las RRSS, metió en una casa a unos cuantos “FAMOSOS” que pertenecían a la televisión tradicional, los mezcló con otros tantos que hacen vida en las RRSS, añadió unos más que nunca habían tenido notoriedad ni en un lado ni en el otro, sazonaron con un par de personajes controversiales, y voilá.
Ahora esas nuevas generaciones encienden la tele EN VIVO al menos dos veces por semana, luego consumen decenas y decenas de clips que Televisa (y unos cuantos millones de seguidores solidarios) sube a todas sus plataformas, comparten memes, organizan con sus compañeros de trabajo, familiares y amigos mesas de análisis después de cada programa, se convierten en estrategas y asesores externos de los participantes, y ofrecen clases magistrales sobre lo que pasa dentro de la casa, dedican horas a consumir, difundir y compartir lo que sucede en la casa.
Obviamente critican y cuestionan, por supuesto que se indignan y cancelan a quienes, al mejor estilo del PAN Y CIRCO ROMANO, están haciendo lo que mejor saben hacer, ENTRETENER ¿a quienes? Pues a quienes no tienen más oficio que conectarse -en cualquiera de las plataformas o medios- para ver un producto diseñado perfecta y estratégicamente a la medida de ellos, de los consumidores.
Marcador final: Televisa 1. Pendejos 0.
Luis Felipe Cárdenas R.
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